miércoles, 7 de noviembre de 2012


AMOR, RECUERDOS, POESÍA Y DOLOR

Hace poco estuve leyendo sobre el dolor, algo muy corto, pero muy profundo, entonces decidí que ya había escrito mucho sobre el amor y las falsas sonrisas y resolví entonces escribir sobre el dolor, en un poema y una pequeña introducción plasme lo que este me trajo y me dejo.

Los seres humanos poseemos una memoria extraordinaria, capas de guardar y almacenar cualquier  recuerdo, alegres, de miedo o dolorosos son algunos de los que hacen parte de nuestra memoria, sin embargo, en ocasiones son los recuerdos dolorosos los que más tenemos presentes.  ¿Por qué? Simple, porque nos marcan, dejan una huella, un hueco, un vació pero y ¿cual es la razón de que permanezcan más tiempo que lo otros? Porque nosotros los seres humanos somos seres masoquistas, nos encanta, nos divierte, lo disfrutamos; somos adictos al dolor, nos gusta sentirlo, nos es placentero, pero además nos da experiencia, bien lo dijo Dante “Quien sabe de dolor, todo lo sabe”.

El dolor hace parte de nuestras vidas, incluso más que la alegría, él nos enamora,  es inteligente, descarado, pretenciosos, nos enseña, nos llena y nos acompaña, sobre todo este último, siempre esta presente aunque lo olvidemos por momentos; incluso es más real, que la dichosa felicidad que muchos buscan, pocos encuentran y solo algunos disfrutan. El dolor es nuestra esencia y hace parte de nuestra existencia, tanto como el aire y el agua y mucho más que una sonrisa falsa.

“La vida es dolor, la vida es espanto, y el hombre es desdichado. Ahora todo es dolor y espanto. Ahora el hombre ama la vida. Y así obra. La vida se da ahora por dolor y espanto, y todo eso es un engaño”.
DOSTOIEVSKI, 1970.

“El hombre tiene lugares en su corazón que todavía no existen, y para que puedan existir entra en ellos el dolor”.
BLOY, León. 1947

“Si a un estado carente de dolor se agrega la ausencia de aburrimiento, entonces se ha alcanzado en lo esencial la felicidad terrenal; todo lo demás es quimera”.
 SHOPENHAUER, Arthur. 2006
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“Y el dolor sin la vida no sería, y la vida con el dolor es sólo para que el dolor viva”.
DE LEÓN, Fray Luis. 1992


RECUERDO

Recuerdo tus besos, pero no a que sabían

Recuerdo tus ojos, tu mirar, pero no recuerdo lo esta me decía

Recuerdo tus manos, suaves, frágiles y apuñaladoras

Recuerdo tu sonrisa, tu tierna sonrisa,

Grande, brillante, muy alegre, pero no recuerdo, no ya no, ya no recuerdo como se oía


Recuerdo tu espacio y el tiempo que me dedicaste

Recuerdo esa noche de noviembre y las tardes de marzo

Recuerdo tus palabras pero no sus significados

Recuerdo tus chistes bastante tontos

Recuerdo este amor,

Si, lo recuerdo porque me marco

Fue un amor doloroso, torturante, agobiante pero hermoso

Muy hermoso,  hermoso a su manera y único, único como ningún otro

Pero fue y ya nunca más volverá a ser

Porque ya me enseñaste todo lo que sabías

Ya me entregaste todo lo que tenías

Ya no te queda nada, nada que desee ya no tienes nada nuevo

El dolor que me diste ya se perdió, ahora es común y tosco.


Ahora esta Julieta busca su sufrimiento en otro amor

Uno que me recuerde quien fui, quien soy y quien seré

Porque tu amor, tu amor fue el más grande, pero se termino

Porque tristemente el destino no nos unió en la eternidad con el suicidio

Como lo hizo con Romeo y Julieta

No, nuestra historia fue más triste, estamos vivos

Y vivos no podemos seguir juntos.


Porque este amor nos tortura demasiado

Por eso te recuerdo. Aunque ahora que lo pienso

A veces olvido cosas,

¡Como tu nombre y tus besos!